jueves, 9 de febrero de 2017

Ana Guevara, una historia de lucha

Antes de que Ana Gabriela Guevara (Sonora, 1977) se convirtiera en la referente del deporte en su país, quiso ser Michael Jordan. De pequeña empezó a jugar al baloncesto en una liga organizada por las maquiladoras de Nogales, justo en la frontera con Estados Unidos. “El sueño de cualquier atleta era representar al equipo de la ciudad”, recuerda la hoy senadora. Ese deporte lo practicó hasta los 18 años cuando su entrenador, Luis Cruz, le dijo “lo tuyo es correr”. Y corrió hasta lograr lo que ninguna atleta mexicana había logrado nunca. Con sólo 19 años y sin ninguna experiencia en la pista, subió la primera al podio nacional. De ahí escaló sin tregua hasta ganar el oro en los Panamericanos en Winnipeg, Canadá, 1999. Se consagró como la mejor velocista —su especialidad fueron los 400 metros— del mundo en Madrid 2002 y, sobre todo, con el oro en el campeonato en París 2003. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, con una lesión en el tendón de aquiles, recogió la medalla de plata. En cuatro años la joven deportista hizo historia, batió todos los récords, y consiguió que México celebrara el triunfo en un deporte hasta ese entonces prácticamente desconocido. Su talento fue efervescente. Leer más aquí

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